A todos aquellos a los que les gusten las manualidades seguro que alguna vez se han parado a pensar cómo hacer perfumes. En este artículo, haremos un repaso de la historia de la creación de perfumes, los distintos métodos para crear un perfume, y como hacer un perfume casero.

Los perfumes han sido parte esencial de la civilización desde tiempos inmemorables. Su creación es una temática de particular interés. Se suele tener conocimiento de los diferentes aromas y su uso situacional, pero nada del proceso de fabricación del producto.

Perfumes: Un contexto histórico

El arte de la fabricación de perfumes se remonta a la antigüedad, donde se utilizaban elementos naturales para generar ciertos aromas. No eran perfumes como tal, ya que no pasaban por un proceso de elaboración muy complejo.

Es en la edad media donde encontramos el primer precedente fabricado de perfume. Los alquimistas, que utilizaban plantas y otros productos naturales para elaborar medicinas, encontraron en el hecho de sintetizar ciertos productos con plantas olores particulares. Fueron estos productos los antecedentes de los perfumes modernos.

Estos productos, en su origen, fueron reservados a los estratos más altos de la sociedad. Fue durante el siglo pasado que su masiva comercialización llegó también a todos los estratos sociales.

Más información sobre los antecedentes de la creación de perfumes se pueden encontrar en el trabajo: “Estudio teórico de perfumería” , del repositorio upcommons de la Universidad Politécnica de Cataluña. Es un estudio extensivo sobre los antecedentes y fabricación de perfumes.

Creación de perfumes: Materias primas requeridas

El primer paso para entender la fabricación de perfumes es considerar los diferentes elementos necesarios para su creación. En el artículo de Perfumes París, “Perfumes: su proceso de fabricación”  podemos entrar a considerar estos distintos elementos.

Entre otros, los más básicos suelen ser las lilas, lavanda y rosas, mezcladas con distintos aceites de origen animal. Estos elementos dependen de factores como la época del año en su maduración y posterior recolección.

También es cierto que en la perfumería moderna ya no se utilizan muchos productos naturales. La mayoría de los confeccionadores de perfumes utilizan aromas elaborados de forma artificial.

La destilación como método tradicional de fabricación de perfumes.

En ambos casos, las sustancias deben mezclarse con etanol i agua, añadiendo un componente llamado fijador. El fijador es otra sustancia (que puede ser sintética o natural) que ayuda a hacer más perseverante el aroma de las sustancias que dan el olor al perfume. El etanol se utilizará para generar la destilación para las distintas sustancias, y el agua como contrapeso del alcohol.

El orden de los elementos suele ser: Primero, elaborar una masa con las distintas sustancias que contienen el olor del perfume. Después, combinar con agua en un recipiente, en las proporciones que resulten adecuadas para conseguir el producto resultante. Finalmente, se procederá a la destilación mediante el uso de etanol.

Una vez se ha dejado descansar la mezcla, se ha de proceder a separar el contenido mayoritariamente acuoso de la esencia del perfume.

Maceración de flores: El método antiguo de hacer perfumes

Esta técnica fue la más utilizada antes de la aparición de la perfumería moderna. El método es simple, ya que consiste en poner pétalos de las flores deseadas para obtener el aroma sobre una plancha hecha de grasa animal. Luego, dejar los pétalos o ir cambiándolos cada un periodo de tiempo determinado, que solían ser uno o dos días.

Finalmente, se utilizaba aguardiente de vino para generar una mezcla con la grasa animal, consiguiendo un perfume tradicional.

El Enfleurage como alternativa en la creación de perfumes

Un proceso de fabricación de perfumes que se originó en Francia, es un método que se utiliza con efectos diferentes a la creación tradicional. Utiliza fragancias extraídas directamente de plantas y flores.

El método que se utiliza en la extracción de la fragancia considera la solubilidad de dos líquidos en particular. Mediante la solubilidad, es posible extraer el líquido que contiene la fragancia de la flor sin dañar de forma permanente el vegetal.

Se puede hacer en frío o en caliente. El método en caliente, más tradicional, consiste en calentar grasa animal y añadir la fragancia deseada. Los elementos de la flor que pierden fragancia son remplazados por nuevos elementos. Repetir el proceso hasta que la grasa contenga el olor de la fragancia.

La fabricación en frío es más actual, se desarrolló en Francia en el siglo XVIII. Se utiliza el mismo procedimiento, con la diferencia de que la grasa se pone en un cristal grande, y el proceso se hace sin calentar la grasa. Suele ser más lento, ya que la grasa suele tardar considerablemente más en coger la fragancia.

Cómo hacer perfumes de forma casera

Para saber cómo hacer un perfume casero necesitamos los siguientes ingredientes y elementos:

• Etanol (96%)
• La esencia del perfume
• Un recipiente
• Una báscula

Se puede hacer un perfume fácilmente mediante el procedimiento de la destilación. El porcentaje recomendado es que la mezcla contenga 70 % de etanol y 30 % de esencia. La mejor manera de calcular la concentración es mediante un envase con medidas de volumen o la báscula. Es posible añadir agua para diluir la concentración. El tiempo de reposo recomendado es de una semana.

Conclusiones y precauciones

La verdad es que saber cómo hacer un perfumes casero puede parecer una tarea sencilla en apariencia, pero nada más lejos de la realidad, hacer un perfume es una tarea delicada y que conlleva sus riesgos.

Una de las precauciones que hay que tener en cuenta es que una cantidad excesiva de alcohol puede dañar la piel, así que si no estamos muy seguros de lo que estamos haciendo, siempre será mejor opción no crearlo y dejar que nos persuadan las grandes marcas, que para eso llevan años realizándolos y sin duda harán vibrar nuestros sentidos y nos emocionarán con sus historias.